martes, 26 de junio de 2007

“DOS CABRALES POR UN GUIÑO”




“Los carteles más cabrales de Cine Mexicano”
Ernesto García Cabral “El Maestro de la Línea”


Doble exposición plástica que muestra por primera vez en Veracruz y Boca del Río parte de la producción del mayor dibujante mexicano del siglo XX.


Todo el público debe saber que el mayor recreador del art nouveau y art déco mexicanos y, para muchos, el mejor dibujante mexicano del siglo XX, nació en Huatusco Veracruz, el 18 de diciembre de 1890, El caricaturista y el personaje símbolo de la vida en México durante su primera mitad del siglo pasado se llamaron igual Ernesto –el chango- García Cabral.

La señora Rosa Borunda de Herrera presidenta del DIF estatal Veracruz ha impulsado y auspiciado en este mes de julio una magna exposición dedicada a divulgar parte de la gran producción de este artista veracruzano notable para el mundo. Alejandro Mariano Pérez, coordinador de difusión cultural y artística del DIF estatal en el World Trade Center, informó que gracias a la visión y apoyo irrestricto de la Sra. Borunda, en la Galería Veracruzana de Arte se ha preparado un primer homenaje a este monumental creador que, a decir de Carlos Monsivais “Pertenece a una tradición internacional y mexicana a la que le aporta su talento vastísimo y su prolijidad”[1].
Se impone con esta muestra histórica reivindicar en nuestra entidad el lugar capital que corresponde a García Cabral que el próximo año cumple cuarenta años de muerto y de latente indiferencia; cuatro décadas en las que no se ha hecho lo suficiente por recuperar su memoria y analizar su legado, sin embargo “nada tan difícil de eliminar de la memoria histórica como un gran creador”.[2]

Esta doble exposición denominada “Dos Cabrales por un guiño” esta integrada por “Los carteles más cabrales de Cine Mexicano” una espectacular muestra de los carteles más famosos diseñados por este artista para películas que hoy son clásicas en el imaginario popular como: Águila o sol, 1946;La marca del zorrillo,1950;El rey del barrio,1949 o Rumba Caliente de 1952 entre muchos más que serán expuestos en gran formato de 5 x 2 m teniendo como marco la estética postindustrial del vestíbulo oriente del World Trade Center que será iluminado especialmente para esta noche creando atmósferas muy retro que nos hará recordar la época dorada del cine nacional.

Con respecto de los valores artísticos de sus postres, Carlos Monsiváis nos aporta todas las luces:
“El Cine nacional es el surtidor de la popularidad y de la mayoría de los criterios inapelables de lo popular. Y los cárteles de películas son fábulas de la comunidad en las que se especializa Cabral, que aprovecha la intención publicitaria y la trasciende, la de la oportunidad a las estrellas de cine de reencarnarse de pósters y convierte los anuncios de estreno en ofrecimientos de proezas. Véase la serie de carteles de los filmes de Tin-Tan, donde el cómico es el fauno victorioso y el pósters hace las veces de escudo heráldico. Si cabral carece de ideología precisa, abundan en admiraciones y su pósters de el rey del barrio, para citar un ejemplo clásico, proclama el triunfo irremediable del relajo. Son también excepciónales los pósters de Simbad el mareado, La maraca de Zorrillo, ¡Ay amor, cómo me has puesto! Y El maricahi desconocido”.
“En los pósters, Cabral toma figuras y prototipos de la industria fílmica, y los devuelve gozosamente irreales, a la altura de la galería donde se alojan a los tarzanes (cinturitas, padrotes) a los que visibiliza Lucha Reyes con una sola canción, las criadas respondonas de la actriz Delia Magaña eleva a el rango del exorcismo doméstico, los policías que el actor Miguel Inclán encumbra en Salón México las borrachitas de peluquería magnificadas por Amelia Wilhemy y Delia Magaña en Nosotros los pobres y Ustedes los ricos. Si alguien entiende las funciones enaltecedoras del arte gráfico, ése es García Cabral”[3]

Con respecto a sus aportaciones en el terreno del arte moderno mexicano, no se ha investigado lo suficiente aún su centralidad y enorme trascendencia dentro del llamado art nouveau en nuestro país y que corresponde al modernismo de nuestra belle époque, en efecto, “Es el artista mexicano más cercano a esta línea surgida a partir de los grabados japoneses del siglo XVII, también conocidos como Ukiyo-e. y que en adelante le marcará las constantes en todas sus obras:
Un trazo sintético y agudo de línea ondulante.
La creación de un estilo propio caracterizado por cuerpo largos y cuellos, manos y piernas de forma intencionalmente condensada.
Es un maestro de perspectivas muy complejas que demuestra una óptica muy desarrollada idéntica a la del renacimiento. con diferentes planos y escorzos.
Otra gran característica de sus dibujos es la teatralidad, por la cual logra trasmitir acertadamente la gestualidad, la ironía, o la historia crítica de los hombre públicos

Su larga estancia como ilustrador del semanario REVISTA DE REVISTAS lo han convertido ya en la máxima referencia del diseño gráfico nacional en el siglo XX: cada portada es una obra de arte, equilibrio en la composición, eficiencia en la comunicación del mensaje y un permanente plus de ironía; sin dejar de comentar que su vastedad creativa es revelada en que cada ejemplar tuvo en todos sus títulos un diseño tipográfico diferente.
TODO UN VIRTUOSO DE LA COMUNICACIÓN VISUAL.
Sin duda alguna DOS CABRALES POR UN GUIÑO será una exposición que hará historia en Veracruz-Boca del Río y es otro acierto extraordinario del proyecto de la SRA. BORUNDA DE HERRERA, la GALERIA VERACRUZANA DE ARTE dirigida por Alejandro Mariano Pérez que en los últimos seis meses de gestión ha generado un cambio de fondo en la difusión del arte dentro del World Trade Center gestionando e integrando el apoyo de algunas empresas locales y de este centro de convenciones con calidad mundial.
La cita es este jueves 12 de julio a las 20.00 horas en la galería veracruzana de arte dentro del World Trade Center. Entrada libre.
[1] Carlos Monsiváis,”El hombre desciende de la caricatura” en La vida en un volado, Ernesto -el chango- García Cabral.
[2] IDEM
[3] Ibidem. Pág.24

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